Domingo,
14 de
septiembre
Exaltación de la Santa Cruz, fiesta
 «Tiene
que ser elevado el Hijo del hombre»
La serpiente de bronce no tenía en sí misma ningún poder
curativo, era solo un signo de que Dios quería salvar a
su pueblo. El salmo nos invita a no olvidar que Dios
siempre quiere salvarnos. Y Jesús confiere un
significado nuevo a este signo o estandarte al asociarlo
a su sacrificio en la cruz, cuando para ser como
nosotros se despojó de su condición divina y se hizo
esclavo. Mirar la cruz es mirar el amor de Dios al
mundo, por eso el árbol vivificador de la cruz será el
signo de nuestra victoria con Jesucristo el Señor.
Liturgia y
comentario
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