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Beato Metodij Dominik Trčka

  Fiesta: 25 de Agosto 

BEATO METODIJ DOMINIK TRČKA

1.886 - 1.959

«¡Gracias a Dios! Sólo con estas palabras podemos exprimir los sentimientos de nuestro corazón después de 25 años de trabajo en el campo de la Iglesia greco-católica. Sobre todo nosotros, que hemos recibido el Rito Oriental, damos gracias a Dios por poder celebrar el Santísimo Sacrificio en el mundo y en la lengua con la cual las estrellas de Oriente -los hermanos San Cirilo y San Metodio- han venido a nuestras regiones eslavas a proclamar a Cristo. Con voluntad hemos trabajado y trabajamos en el campo eslavo. Con esto manifestamos nuestro agradecimiento a nuestros Santos Apóstoles».

Éstas son las palabras que el Beato P. Trčka escribe en el 25 aniversario de la llegada de los redentoristas a Eslovaquia. Hoy en día muchos redentoristas continuan su labor en esa misma región europea.

LLAMADO A TRABAJAR POR LA UNIDAD DE LA IGLESIA

Dominik Trčka nace el 6 de julio de 1886 en Frydlant nad Ostravici (actualmente República Checa), último de los siete hijos de Františka Šterbova y Tomaš Trčka. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento. Crece en una familia católica donde recibe una buena educación cristiana. Una de sus hermanas fue religiosa.

Dominik comenzó sus estudios en la escuela elemental de Frydlant y después pasó al instituto de Mistek. Durante el curso 1902-1903 comenzó a frecuentar la clase sexta del Jovenado Redentorista a Cervenka. Tras esos contactos, decidió entrar en la Congregación del Santísimo Redentor. La etapa siguiente de su vida religiosa fue su ingreso en el noviciado de Bilsko que comenzó en agosto de 1903. Emite la profesión religiosa el 25 de agosto de 1904 (curiosamente la fecha de su martirio).

Después del noviciado continuó los estudios de filosofía y teología en el seminario redentorista, en Oborišt. Aquí se llenó de los ideales de los Santos Hermanos Cirilo y Metodio, primeros evangelizadores de Europa Oriental y patronos de Europa. Ambos son los fundadores de esas iglesias y los creadores de sus caracteres en la escritura. Trčka quería con todo el corazón trabajar en el campo de la unidad de la Iglesia. En su rara correspondencia aparece con evidencia que esperaba con gloria el día de su ordenación sacerdotal. El 17 de julio de 1910 es ordenado presbítero por el arzobispo de Praga, el cardenal Leo Skrbensky. Después de su primera misa, celebrada el 18 de julio en San Kajetan en Praga, regresó a Oborište para terminar el último año de estudios teológicos.

De Oborište fue transferido a Praga (1911), bajo la guía del P. Fratišek Polepil, para el segundo noviciado, donde continuará como misionero. Sus superiores dan los siguientes informes: «El Padre Trčka, preparando la prédica, quiere ser original. No siempre lo consigue, pero acepta las críticas. En cuanto a la proclamación, lo hace bien, afablemente».

En diciembre de 1914 se trasladó a Svata Hora, donde trabajó como misionero. Cuando el P. Sorko, a causa de su mala salud, deja el trabajo entre los emigrantes croatas, el P. Trčka rápidamente se muestra disponible a asumir tan delicada tarea. Así inició su actividad como guía espiritual entre los croatas, que se convirtieron «en sus abandonados», sirviendo en el ministerio de la caridad a imagen del amoroso Padre Celeste. Se entregó con todas sus energías en la transmisión de la fe, sobre todo con la catequesis y la celebración de la santa liturgia, para croatas, eslovenios y rutenos, fuesen fugitivos o soldados del hospital de Pribran. Parecía que donde ocurría alguna cosa entre los eslavos, allí aparecía «casualmente» el P. Trčka.

 

MISIONERO ENTRE LOS GRECO-CATÓLICOS

El 2 de agosto de 1918 pasó de la comunidad de Svata Hora a la ciudad de Brno, para trabajar entre los greco-católicos, según mandato del Padre General de los Redentoristas: «El reverendísimo P. General ha nombrado a usted y al P. Stanislav Nekula como misioneros en Halic, para los greco-católicos. Deberán partir apenas las condiciones lo permitan».

Estaba en curso la guerra polaco-ucraniana, aunque ésta terminó pronto y sin grandes catástrofes. Por fin se cumplía el gran deseo del Padre Trčka de celebrar el rito oriental y trabajar por los cristianos de tradición eslava.

Parte, junto al P. Nekula, para Galitzia. LLegan a Leópolis agotados por el viaje, pero felices de estar ya en casa. Los padres belgas que atendían a los greco-católicos estaban sorprendidos por la rapidez con la que aprendían la nueva lengua, el rito y la tradición oriental. En este lugar recibe el P. Dominik el nombre de Metodio, en honor de uno de los dos Santos Apóstoles de las Iglesias Orientales. En todo era guiado y acompañado casi siempre por Nikolaj Carnecky, otro futuro beato mártir redentorista, que en este periodo era tan sólo novicio. El cambio, a pesar de ser deseado, no fue fácil: nueva lengua, nuevo rito, nueva cultura. En enero de 1920 se funda el convento de Stanislavov (hoy Ivanofrankivsk) al que es destinado el P. Metodij. Como él mismo escribe en la carta a sus superiores, había tanto trabajo que no encontraban tiempo para la misión que tenían.

A comienzos de octubre de 1921 el P. Provincial llama de nuevo al P. Trčka y al P. Nekula a Galitzia. Viajarán a Eslovaquia en diciembre, a la Comunidad de Stropkov. Se intensifican los trabajos de apostolado en la diócesis de Prešov, se abren nuevos campos para las misiones de S. Giosafat, el culto a la Virgen del Perpetuo Socorro, la fiesta anual a Maria, los ejercicios espirituales y los retiros para los seminaristas, curas y religiosos: estas eran las obras apostólicas en las que trabajaba. Su preocupación primordial era estar al servicio del pueblo de Dios, ofrecer instrumentos para el aumento de los valores morales, reconstruir y consolidar la conciencia católica entre los greco-católicos, a menudo infravalorados tanto por romano-católicos como por ortodoxos.

Las misiones populares gozaban de gran respuesta y popularidad. La situación de guerra permanente no permitía realizar muchos proyectos, y se presentaba como un obstáculo difícil de superar. Para el Estado Eslovaco, los redentoristas de Michalovce eran sospechosos, tanto por su nacionalidad checa, como por ser considerados fanáticos religiosos (ya que no eran ortodoxos); otros les acusaban de hacer propaganda checa. Hicieran lo que hicieran, siempre se interpretaba mal su actuación y buscaban la forma de expulsarlos del país. Empeoraron todavía más las cosas en 1940, cuando el obispo de Prešov Gojdie escribió una carta pastoral, y el P. Metodio fue acusado por la policía de difundir dicha carta y actuar contra el Estado.

El 21 de diciembre de 1945 se creaba la nueva vice-provincia de Michalovice, de Redentoristas de rito greco-católico, independiente de los Redentoristas de rito latino o romano. Su primer superior fue el P. Metodij Dominik Trčka. Cuando aceptó el cargo, entre otras cosas, dijo: «¿Qué es esta nueva vice-provincia? Somos los aquí presentes. Depende de nosotros y de cómo la construyamos». Era un entusiasta para todas las iniciativas y tenía en consideración las buenas propuestas. En el período 1946-1948, el P. Trčka se empeñó en la fundación de nuevos monasterios en Stropkov y Savinov, la reconstrucción de la iglesia de Stropkov y la formación de los jóvenes redentoristas. Fue un período de desarrollo y de grandes esperanzas para el futuro.

Como se ha podido ver con el paso de los años, no todos los proyectos se realizaron, porque cuando el Partido Comunista llegó al poder, la actitud hostil del Estado contra la Iglesia aumentó. Los redentoristas eran controlados, sobre todo durante las homilías y predicaciones. El superior, P.Metodij, era requerido por las autoridades en muchas ocasiones, acusándole de utilizar el pulpito en contra del régimen comunista. El 19 de julio de 1948, la policía entró en el convento y registró la casa, no encontrando nada comprometedor.

 

EL RÉGIMEN COMUNISTA Y LA IGLESIA

La presión del régimen comunista contra la Iglesia aumentaba. El P. Metodij, como superior de los redentoristas greco-católicos, sentía sus efectos. Es abolido el jovenado para los futuros misioneros redentoristas de Michalovice, y suprimida una revista muy popular de los redentoristas. Hasta la misma vice-provincia fue disuelta por las autoridades políticas, por lo que los redentoristas greco-católicos se vieron obligados a pasarse a la vice-provincia de los redentoristas de rito latino. El P. Trčka se ve forzado a marcharse de Michalovce, y se instala en Sabinov, donde continúa guiando secretamente a los miembros de la vice-provincia.

Esta situación duró hasta la noche del 13 de abril de 1950, día en que el gobierno comunista checo suprime todas las comunidades religiosas del país. Cerca de las once de la noche, se oyó un estruendo muy fuerte en la puerta del convento. Cuando el hermano Nikifor abrió la puerta de la comunidad, se encontró frente a un grupo de gente enviada por el gobierno para clausurar la comunidad de los redentoristas de Sabinov. El P. Trčka y el hermano Nikifor son llevados a Podoline. Los enviados por el régimen informan así a sus oficiales: «En los documentos hemos encontrado material que le compromete: una carta del P. Mastiliak de 1937, en la cual Roma agradece por las buenas noticias que venían de la Eslovaquia oriental. Carta dirigida a P. Trčka. Además, hemos encontrado el pasaporte del P. Trčka. Estas cartas junto con otros materiales han sido retirados por la policía del Estado. La intención del P. Metodij Trčka acerca de su viaje al exterior está confirmada también en estas circunstancias. Hasta hace un día ha estado buscando astutamente una nueva legalidad, probablemente bajo otro nombre, ya que estuvo en el barbero de Sabinov y le dijo que quería cortar la barba».

Por esta «hoja de cargos», una simple carta de un co-hermano y la historia inventada del intento de fuga al extranjero con un pasaporte falso, el P. Metodij fue condenado, en juicio sumarísimo, a doce años de sufrimientos en las cárceles.

El P. Metodij recibe esta condena con esperanza y confianza en Dios, que da la cruz pero también la fuerza para soportarla.

 

EL MARTIRIO:  CÁRCEL, INTERROGATORIOS Y MALTRATOS

El P. Metodij estuvo en Podoline sólo por un breve período de tiempo. En el mes de mayo de 1950 lo condujeron a Leopoldov y de aquí a Bac. Otro redentorista informará así a Roma del suceso: «En los meses de mayo y junio de 1950, cinco de nuestros padres, Trčka, Fail, Dirkan, Szitas y yo, fuimos llevados a los edificios adyacentes a la prisión y arrojados en la terrible cárcel de Leopoldov, donde hemos sufrido por casi cuarenta días, en camisa y pantalones, con los pies descalzos, sin ningún trabajo, sin la eucaristía, ni breviario, ni rosario, bajo una luz fuerte de día y de noche, cada minuto bajo la mirada de los peores guardias, sufriendo terribles interrogatorios durante el día y durante la noche, con los métodos más terribles, psíquicos y físicos juntos, que la moderna criminología comunista tenía a su disposición. Dicho humanamente, era casi insoportable. Cada momento deseábamos morir más bien que vivir. No sabíamos los unos de los otros. Después de cuarenta días en la celda de interrogatorio, hemos sido trasladados con los otros al convento-cárcel».

En el mes de septiembre fue abolido el campo de internamiento de Bac y todos sus prisioneros fueron trasladados a Podoline. Según cuentan testigos oculares, el P. Metodij, después del shock inicial por todo lo sucedido, recuperó de nuevo su equilibrio y su buen humor. Se alegraba cuando los jóvenes co-hermanos lo visitaban, y siempre les daba las cosas que él había recibido. Bromeaba con ellos, con el fin de que estuvieran alegres y serenos.

Los prisioneros religiosos vivian bajo presión psíquica. El P. Metodij compareció ante un tribunal el 21 de abril de 1952. El procurador del estado le acusó de colaboración con el obispo Gojdie, de difundir sus «ilegales» cartas pastorales en contra del estado y de enviar información secreta a Roma a través de sus superiores en Praga. Fue condenado por alta traición y espionaje político. Considerando su grado de peligrosidad, se le impuso una pena de reclusión y trabajos forzados, además de una cuantiosa multa por penas menores. A partir de aquí comenzó su largo camino de sufrimiento, que terminará con su martirio.

Después de la sentencia fue llevado a Llava, con el número 2535. La vida en esta cárcel era muy dura, especialmente para los ancianos. El P. Trčka pertenecía al grupo de los prisioneros más débiles. Su salud y edad no le permitían trabajar plenamente. La fuerza para soportar la reclusión y la tortura le venía de la liturgia, que celebraba secretamente en prisión, con objetos que le enviaba un sobrino: «... pido algún limón y uva pasa, porque no tenemos frutas. Envíame unos panes, un dulce y también un bollo de trigo puro con levadura y el agua, sin grasa ni sal, al menos de vez en cuando...». Así pedía pan y vino (uva pasa), con el fin de poder celebrar la Eucaristía.

El 22 de abril de 1958, el P. Metodij fue transferido nuevamente a la prisión de Leopoldov. En la cárcel reservada a los religiosos vivían dieciocho sacerdotes, de los cuales cinco eran ancianos y enfermos.

En la noche de Navidad de 1958 canta una canción navideña. Por este hecho es confinado en una celda de castigo. Allí contrae una grave pulmonía que le llevará a la muerte el 23 de marzo de 1959. Al día siguiente es enterrado, en presencia de un guardia, en el cementerio de la cárcel.

Después de la restauración de la Iglesia Greco-Católica en 1968, los redentoristas pidieron el traslado de los restos mortales del P. Trčka del cementerio de la prisión de Leopoldov a Michalovice. En 1969 se solicitó, sin éxito, que el régimen comunista lo rehabilitara.

Por fin, en 1990, después de la caída del comunismo en los países del este, el P. Metodij Dominik Trčka fue rehabilitado por el tribunal regional de Kosice, y con esto fue oficialmente reconocida la culpa del Estado por su encarcelación injusta, por su condena y por su muerte.

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