Domingo,
12 de
mayo
7º Domingo de Pascua.
Ascensión del Señor, solemnidad
«Fue llevado al cielo y se sentó a la derecha
de Dios»
Jesús resucitado asciende a los
cielos en presencia de los apóstoles,
y nos promete que permanecerá siempre con
nosotros a través del Espíritu
para que algún día merezcamos vivir con él en el cielo.
Él es nuestra esperanza y nuestra riqueza en
medio de su Iglesia de la que es
cabeza. Estamos en el mundo, pero no pertenecemos
al mundo. La ascensión de Jesús es ya nuestra
victoria y nos hace elevar
nuestros ojos al cielo manteniendo los pies en la
tierra. Y para mantenernos así
queremos seguirlo en su reino sintiéndonos
enviados a dar testimonio de esta verdad que
vivimos.
Liturgia y
comentario
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